José Ramón Romero Rodríguez

«El Derecho llega un momento que puede llegar a frustrar».

José Ramón Romero Rodríguez es, junto a Carlos Lalanda, (pulse aquí para leer la charla que mantuvimos con él) uno de los socios fundadores del despacho de abogados LOYRA en 1982. Un hombre tan particular como interesante. Probablemente, sea una de las personas más sorprendentes con las que hemos tenido la oportunidad de hablar. Y que rompe con todos los prejuicios que podamos tener con respecto a los trabajadores de éxito en general y los abogados en particular.

La historia de Romero Rodríguez no es, sin embargo, extraordinaria: «Empiezo en octubre del 78. En 1977 Adolfo Suárez dijo qu e había que hacer legal lo que era real a nivel de calle. En ese contexto, los señores que tenían máquinas por los bares, máquinas entonces de marcianitos y pinballs sobre todo, se ponen nerviosos porque aparecen las máquinas con premio en especie y algunas en dinero. Entonces forman una junta, promotora de una asociación nacional de máquinas recreativas, ANDEMAR. En Octubre  del 78  me incorporo como secretario técnico  a la oficina de la Asociación, entonces situada en los, locales de Sergio Ruiz-Capillas (uno de los fundadores de ANDEMAR y me encuentro con doscientas tiras de papel en las que  habían otros tantos “maquineros”  habían escrito sus datos  diciendo que había una necesidad real de asociarse para dar voz al “Recreativo”. Aquello sonaba raro, estábamos sin Constitución y había que pedir permiso a los gobiernos civiles para reunirse más de cuatro personas. Yo estaba terminando la Carrera de derecho, y Ruiz-Capillas me ofreció llevar la puesta en marcha de l Asociación  dedicándole “un par de horas por las tardes”. La Asociación llegó a tener más de 2.500 empresas afiliadas y  dejé mi puesto secretario general en 1984. Ya había regulaciones estatales, autonómicas… en fin, el Sector había completado una dinámica de regulación intensa buena parte de la cual aún pervive. En 1982 fundamos LOYRA; en el despacho llevábamos de todo; con el tiempo yo me impliqué en la regulación del Juego en el extranjero, fundamentalmente en América Latina. Allí ha habido menos barreras, por lo que han evolucionado más y en muchos aspectos mejor que en España». Bien, hasta aquí todo correcto. Quizás sea algo notable que un chico de apenas veintidós años se convierta en el secretario técnico de la primera Asociación Nacional de Empresarios de Máquinas Recreativas, pero pensemos que se trata de una cuestión de estar en lugar correcto, en el sitio correcto. Sigamos.

José Ramón Romero es un hombre de leyes, así que no nos sorprende que nos explique, con una magnífica pedagogía, la diferencia entre las licencias privilegiadas del mundo anglosajón y las regladas de la Europa continental y cómo en América Latina están adoptando una serie de medidas que mezclan ambos modelos. Nos explica también que el despacho realiza muchísimos trabajos de asesoría, en especial cuestiones relacionadas con  compliance – Cumplimiento- en México, Chile, Colombia, Argentina o Estados Unidos, y ni siquiera cuando asumimos que un madrileño de ascendencia manchega, nacido en 1956, asesora en materia de juego por medio mundo nos terminamos de asombrar. Y es que creemos haber visto de todo. Pero no es así: «Lo que más estudio ahora es Física y Filosofía Cuánticas. Sí, podríamos decir que ese es mi hobbie [risas]». Si estuviese en México, José Ramón Romero habría dejado a su interlocutor con el ojo cuadrado. Aquí diríamos anonadado. «Es apasionante  cuando integras física y conciencia. Una subpartícula alterada va a alterar a otra subpartícula, con la que está emparejada. Lo que no se sabe es en qué parte del Universo  -o de los Universos- está la pareja.. Es una disciplina que te permite integrar muchos conocimientos, la  haces un poco a tu medida por que te acerca incluso a los místicos. Eso es lo que me divierte ahora además del campo y de la Naturaleza. Os animo a vosotros a que también investiguéis el tema». Agradezco sinceramente que nos atribuya suficiente inteligencia como para llegar a comprender lo que esa ciencia trata de explicar. Igual lo intentamos.

Pero sigue: «El Derecho llega un momento que puede llegar a frustrar. Quizás me distraiga más instalando placas fotovoltaicas en lugares aislados cosa que también hago». Llegados a este punto no sé que pensar, pero de las pocas cosas que tengo claras es que pasar un domingo con este señor ha de ser una aventura.

Aunque aún tenemos unas cuantas entrevistas pendientes con miembros del despacho de abogados LOYRA, lo cierto es que con la última persona que hablamos aquel día fue con José Ramón Romero.  Nos estábamos despidiendo de varias personas cuando José Ramón desapareció medio minuto; regresó con un folio en el que había impresa una enorme fórmula matemática, calculo que una fuente tamaño 20, que ocupaba casi todo el folio en horizontal. Fórmulas de las constantes de Planck que configuran los límites  espaciales y temporales “visibles” de este Universo. Un reto indagar más allá de esos límites. Lo más importante es la ilusión con la que nos la mostró. Hacía tiempo que no veía sonreír a una persona adulta de esa manera.

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