La Lotería de Navidad y los ingresos del Estado

loteria

Los orígenes de la lotería son inciertos, aunque existe cierto consenso en situarlos en la China de la dinastía Han, concretamente entre los años 205 y 187 antes de Cristo. Como no podía ser de otra manera, fue el Estado el que ideó un juego para reunir fondos y sufragar así los gastos militares y la reconstrucción de parte de la Gran Muralla. Cuenta la leyenda, probablemente no exenta de mito, que el juego en cuestión se ideó basándose en un poema de la época utilizado por los escolares para aprender la compleja grafía china. Se dice también que ese es el origen del keno, juego actual presente en la mayoría de los casinos de todo el mundo.

Es en la Francia de Francisco I donde con seguridad podemos situar el primer sorteo documentado con la intención de sufragar las guerras en las que el monarca se vio envuelto, concretamente en 1539. Blancque, se llamó el juego. Con todo, desde época romana existen numerosas referencias en las fuentes históricas a los juegos de azar gravados por la autoridad con la intención de obtener fondos para una empresa en concreto; las diferentes legislaciones han prohibido el juego de forma expresa y recurrente, ¿por qué? Bueno, en principio porque se consideraba inmoral. Pero la realidad es muy distinta; los juegos en general, y la lotería en concreto, siempre han sido una herramienta del poder para obtener liquidez e, incluso, para promocionar regiones -ése es el caso de Estados Unidos, por ejemplo-. Además, y como la mayoría de las actividades consideradas negativas para el alma (ya cuidaré yo de ella, pero gracias por el interés), son extremadamente lucrativas.

DSC_0108En España, la lotería siempre se ha relacionado con Carlos III, lo que es en parte correcto. Y digo en parte porque, si bien es verdad que la regulación del juego en España con fines recaudatorios surge en esta época, no es cierto que no haya precedentes. Y tampoco es cierto que el Sorteo Extraordinario de Navidad surgiese en el siglo XVIII, pues no será hasta 1892 cuando reciba esa denominación, fruto de un largo proceso de institucionalización. Y por, supuesto, surge por una necesidad económica. ¿Hoy en día se mantiene con esta intención? Bueno, de las pocas cosas que sabemos de SELAE es que no es una ONG. Hagamos números.

Partamos de la base de que se han vendido todas y cada una de las 160 series de las que se componen los 100.000 números (de los que tienen premio 15.224, por cierto, un 15’2%) que entran en el sorteo: eso suponen unas ventas brutas de 3.200 millones de euros. En teoría, a premios se destina el 70% (2.240 millones), aunque sumando la cuantía de todas las categorías la cifra exacta es de 2.238 millones. SELAE ingresa, por tanto, y una vez descontado el 4% de comisión que recibe la Red de Ventas -las antiguas administraciones, para entendernos- 923.443.200 millones. Los premios superiores a 2.500 euros, además, tienen una retención del 20%, de manera que el Estado recibe por esta vía unos 212 millones más. 1.135 millones son, a priori, lo que puede ingresar el Estado cada 22 de diciembre. Muchos pensarán: claro, pero no se venden todas las series de todos los números. Cierto, pero tampoco se pagan los premios de los décimos que no se han vendido, así que es probable que recaude bastante más. Parece que sigue siendo una buena vía de ingresos.

DSC_0112B

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies