«Sigo trabajando en el juego porque me encanta. Disfruto mucho con la calidad humana que hay»
La charla con Blanca Plaza, la Directora de la Feria Internacional del Juego de Madrid y también de las Ferias de Torremolinos y Málaga, es una de las entrevistas más difíciles a la que nos enfrentamos. Y no, no es por ninguna cuestión metafísica; sencillamente, no lo ve claro. Tan es así, que en un momento de la negociación nos dice «si queréis en una cafetería os cuento lo que me pidáis». Cuando se convence -a Blanca no se la convence, se convence ella sola- de que esto es más o menos lo mismo, pero con una grabadora encima de la mesa, empieza a hablar.
«Yo estudié Psicología en la Universidad. En un grupo de teatro conocí a Juan Manuel Ortega, y por eso acabé trabajando en el Sector. No os riáis que hubiéramos tenido futuro en el teatro. Y aunque nos separamos hace un montón de años, sigo trabajando en el Juego porque me encanta. Disfruto mucho con la calidad humana que hay. Además, te brinda unas oportunidades que difícilmente verás en otros sectores. Aquí hay gente que de la nada ha llegado lejísimos. Hay de todo, claro, pero el conjunto es excepcional». Resulta que Blanca Plaza es una gran conversadora. Lo que nos hubiéramos perdido si no llegamos a insistir un poquito.
Sabemos que Juan Manuel Ortega ha sido una persona fundamental en la Feria de Torremolinos, así que le preguntamos por ese tema: «Yo empecé a ir a partir de la tercera edición, me perdí las dos primeras aunque ya estaba en la Revista AZAR. He conocido desde dentro lo que implica organizar una Feria y es dificilísimo. No se puede contentar a todo el mundo. Como os decía, este es un Sector especial formado por gente aún más especial». Aunque sabe una barbaridad sobre juego, reconoce que el autor de los famosos e impactantes Editoriales de AZARplus es la verdadera autoridad en la materia a nivel nacional. Y, quizás por eso, cambia de tercio y nos habla de lo que hace en su tiempo libre.
«Me encanta bailar, el cine, el teatro… pero sobre todo, mi nieta. Se llama Luna Hypatia». Entonces nos enseña con orgullo unos videos que siempre lleva con ella en su teléfono. Es evidente que adora a la niña, pero a nosotros nos sorprende más que tenga una nieta porque parece demasiado joven. Igual la vitalidad, la forma de hablar y de moverse nos han conducido al error, no lo sé. Pero sin duda la imagen que tenemos de una abuela en nuestro ideario guarda bastante poco parecido con Blanca Plaza.
Reconoce tener una buena colección de fotografías de las personas relacionadas con el juego: «A todos mis clientes les pedía una foto, algunas me las han mandado hasta por FAX. Es algo muy bonito, porque tengo fotos de familias enteras; por ejemplo, un empresario me mandaba una foto en la que salía con el nieto que años después se haría cargo de la empresa. Y luego me mandaba una foto también». Le encanta viajar, pero «no de cualquier manera. Lo que más me gusta es el tren. Y luego el coche. Pero el avión, no». Y confiesa también ser una gran aficionada al arte; bueno, la verdad es que se declara fan de El Jardín de las Delicias, de El Bosco, lo del tema del arte lo inferimos nosotros a partir de la pasión con la que nos habla de ese cuadro. Discutimos durante unos minutos sobre el verdadero significado de la obra hasta que nos despedimos. Le pedimos que nos deje sacarle una foto, y nos dice que no, pero al final nos salimos con la nuestra. Y es que, a su manera, es muy extrovertida.
