«Lo de este años es increíbe, hay más gente, mucha más actividad en el Expo Congreso»
Manuel Egea es propietario de la empresa Catering Roberto, responsable, entre otras cosas, del éxito que los chocos con papas cosecharon durante el 5 Expo Congreso. Los profesionales del sector quizás lo identifiquen como “Marchenero”. Y créanme, son muchos los que le conocen.
Aunque él afirma no saber «prácticamente nada del juego», habla con mucha propiedad de empresas y empresarios del sector; y es que hace ya doce años que trabajó por primera vez en un evento relacionado con la industria del ocio. Fue Acodisa la primera en darle una oportunidad: «Desde entonces, es la gente la que nos busca. Antes se gastaban muchísimo dinero en montar un stand y poco en el catering, hasta que descubrieron que la comida es el mejor reclamo. No puedes gastarte un dineral en montar un stand y luego poner avellanas». La comida es una parte esencial en la estrategia de marketing de cualquier empresa en los eventos. En el sur creo que eso lo tenemos bastante interiorizado, ya saben, por el tema de la fiesta. «Luego empezamos a trabajar con GiGames y Novomatic. Y hasta hoy». La palabra que más repite durante los quince minutos que dura la conversación es el verbo trabajar, que aparece de manera recurrente en casi todas sus frases.
También es contratado por otros sectores, incluso fuera del país, aunque admite que «el del juego tiene más alegría, más ambiente. Otros son más apagados. Me gusta especialmente este sector porque creo que tiene mucho futuro, vemos cómo crece año tras año». No hay más que dar un paseo por el Palacio de Congresos de Torremolinos para saber que cierta razón tiene. Y, al hilo del Expo Congreso, la quinta edición le ha sorprendido muy gratamente: «Este año hay más gente, mucha más actividad. Yo vi la primera edición y si la comparas con esta es increíble la evolución».
Natural de Utrera, antes de montar Catering Roberto hace quince años, se dedicaba al encofrado. Pero es su mujer la que le introduce en la hostelería. Y no le va nada mal, desde luego: «Este año lo vamos a cerrar con ciento treinta eventos. El jueves acaba el Expo Congreso, y mientras recogemos todo llegamos a casa a las diez de la noche por lo menos. Pero el viernes tenemos una boda contratada. Tengo allí un equipo preparando la comida». Y que tenga uno que escuchar que por aquí no se trabaja… Parte de la popularidad que goza Manuel Egea y su equipo entre los profesionales del juego se la gana con su simpatía y su predisposición a ayudar en lo que pueda, aunque sea ajeno a la actividad hostelera: «Si vemos que hace calor, metemos botellas frías para que los montadores puedan beber. Aunque no esté eso contratado. Y si alguien tiene algún problema con las mesas, por ejemplo, que no son nuestras, nosotros le ayudamos a solucionarlo. Son detalles que no cuestan nada y que marcan la diferencia».
Aunque se le ve en forma, lleva «mucho tiempo sin hacer ejercicio» por falta de tiempo. Eso sí, «el fútbol no me gusta nada. Pero nada de nada. Prefiero la caza menor, el contacto con la naturaleza». Pero poco más podemos hablar de su vida personal, pues Manuel vuelve pronto al terreno laboral, algo comprensible teniendo en cuenta que el día siguiente veinticinco camareros servirán cien kilos de patatas con choco y cincuenta de gambas cocidas en dos barras. Nos cuenta que una vez, en un evento de Novomatic, sirvió «tres mil perritos». Casi nada.
Mientras recogemos todos los utensilios comentamos que Manuel Egea es el ejemplo de la calidad humana que hay en nuestra comunidad. Y también la demostración de lo que somos capaces de hacer, porque trabaja en casi todo el país. Sólo es cuestión de creer en nosotros mismos, que tampoco es tan difícil.