«Se debe separar el online del presencial, no es lo mismo».
Antonio Muñoz y Lola Luján son unas personas conocidas y queridas en el sector. Mantenemos una charla con ellos durante veinte minutos en una mesa cercana a la entrada del recinto y prácticamente todos los recién llegados se acercan a saludar. Cuentan con una larga experiencia en el sector: «llevamos ya treinta y dos años en el sector. Empezamos con pinball, futbolines, videojuegos… Estuve antes como técnico en una empresa y ahora tengo una sociedad con ellos, las vueltas que da la vida».
Hace unos meses lograron lo que podemos considerar una hito para el sector: Radio Marca emitió un programa desde uno de sus salones en Córdoba. Comenzamos preguntando cómo lo consiguieron: «empezamos con ellos en agosto, y no había forma. Aquello de que entrara el entrenador o alguien del equipo del Córdoba en un salón de juego les puso las orejas para arriba. Pero luego la experiencia les encantó y nos dijeron que a ver si podíamos hacerlo, por lo menos, una vez al mes si no todas las semanas. La verdad es que salió muy bien, fue una experiencia muy buena». Un verdadero éxito para ellos y para el sector, desde luego.
Llama la atención la tenacidad de estos empresarios, la capacidad que muestran al luchar por lo que ellos, legítimamente, consideran son sus derechos. Por ejemplo, nos cuenta Antonio que lograron que la administración devolviera la famosa tasa que se cobró con carácter retroactivo a las empresas de la industria hace unos años: «conseguimos que se devolvieran las tasas retroactivas, pero sólo se devolvió a los que reclamaron. Así que se devolvió una parte ínfima con respecto a lo que recaudaron. Mucha gente no reclamó porque no tuvieron fe en ganar el juicio, y otras porque directamente no podían asumir los gastos del recurso. Y muchas que directamente, cerraron por la tasa. El pleito duró nueve años. Nueve años de juicios. Pero al final, ganamos». Le brillan los ojos y repite: «ganamos». Así fue, ganaron. Pero, sobre todo, se demostraron a sí mismos que se puede ganar.
«Nosotros seguimos luchando día tras día», dice Lola Luján, varias veces. Igual que el viento de frente penaliza a los atletas, la opinión pública en contra dificulta, y mucho, el trabajo de los profesionales de este sector. Resulta frustrante que sólo se conozca una parte del todo y partir de esa información incompleta, se hayan formado posturas que difícilmente podrían defenderse si se confrontan con la realidad. «La mala imagen realmente no sabemos de donde viene, pero yo creo que es una cuestión política; se ha hecho bandera, y ha habido mucho sensacionalismo. Se debe separar el online del presencial, no es lo mismo. Lo poco que se ve es lo malo, no se habla de los puestos de trabajo, de los impuestos, de la regulación… eso no atrae como noticia. Lo que atrae son los casos esporádicos en los que no se cumple la ley. Tenemos una legislación muy exhaustiva y nosotros además estamos buscando mejores medios de control», nos dice Lola Luján. Y añade Antonio Muñoz: «¿Cuántas tiendas han cerrado y han abierto en esos locales salones de juego? Ahí hay muchos puestos de trabajo, muchos impuestos, y por no hablar de la vida que recupera la calle. En una calle sin comercio no se mueve nada». Y yo me permito añadir que en Granada, ciudad en la que vivo y conozco bien, había un local cerrado desde hace más de quince años en una calle céntrica, Emperatriz Eugenia. Un local grande -el último negocio que hubo era una sucursal bancaria, imagínense-, que nunca se lograba alquilar. ¿Adivinan qué hay ahora? En efecto, un salón. Y podría citar unos cuántos casos más prácticamente idénticos.
No disponen de mucho tiempo libre, pero cuando lo hay, coinciden en qué emplearlo: «cuando podemos, viajamos. Estamos con nuestras tres hijas, les gusta viajar con nosotros. Salimos mucho con amigos… vivir la vida y compartir, que eso es importante. Los años pasan, vivimos y trabajamos, y compartir una cerveza es importante. Todos los veranos nos vamos a la playa, a Málaga. Nos gusta viajar fuera del país, a Londres, Estambul… y España. Me gustan ver las ciudades, España es muy bonita. No sabemos lo que tenemos». Coincidimos, una vez más, con ellos; en efecto, no sabemos lo que tenemos.