Desafío Pirata es la última propuesta de GiGames para salones y hostelería. Una particular adaptación al mundo digital de los juegos tradicionales de circuito o escalera que viene a ampliar el catálogo de máquinas de la compañía.
Como ya comentamos, tuvimos la oportunidad de probar en primera persona la máquina durante un buen tiempo, y lo cierto es que Desafío Pirata destaca por lo variado de su contenido y el entretenimiento que se desprende de ese dinamismo. Los minijuegos son una parte esencial del título de GiGames. Así, la máquina contiene seis minijuegos; tres de ellos se juegan en la pantalla superior exclusivamente (desafío Pirata, Cañonazos y A Estribor) y otros tres, en ambas pantallas (Brújula, Octopus y Tesoros).
En el segundo de ellos, Tesoros, se muestran al jugador varios sacos del tesoro que contienen diferentes premios y que se iluminan de manera intermitente. El jugador gana el contenido del saco que queda iluminado tras un sorteo. Una mecánica que conocemos bien los aficionados a los videojuegos clásicos -y no tan clásicos-, y todos los que alguna vez hemos visto algún concurso en televisión. Se trata de una mecánica familiar, y muy atractiva, que además tiene el aliciente del premio seguro. Un minijuego que, al igual que el resto que componen este Desafío Pirata, mantiene la tensión, entretiene y, sobre todo, invita a conseguir el acceso al resto de juegos.
Desafío Pirata puede adquirirse en los muebles Winner, Winner Premium, Twinner y el precioso Minimat.