Pasa agosto y se dice que se inician el curso político, el curso escolar, las competiciones deportivas… al final los años, a efectos prácticos, que no fiscales, van de septiembre a agosto. Y es que desde pequeños asumimos que septiembre es el mes de los reencuentros, de la vuelta a la rutina tras el típico descontrol del verano.
Siempre hay algún momento que marca el inicio. Por ejemplo, cuando iba al colegio recuerdo especialmente el momento de comprar los cuadernos y los libros, la liturgia de forrarlos después en casa. Era un momento agridulce, ciertamente, pues se terminaban las vacaciones, pero también implicaba el reencuentro con las amistades. Esos momentos evolucionan a medida que cumplimos años, sin duda, y aunque es cierto que los años se acortan por ese extraño efecto que produce la edad, siempre hay un inicio y un final, siempre hay un momento.
Bien podría ser el momento en el que la autoridad competente inaugura el Expo Congreso cortando la cinta, por ejemplo. O cuando llegamos a Torremolinos con la maleta repasando mentalmente la lista de las personas con las que, sí o sí, hablaremos. Incluso también podría ser el momento de la despedida, cuando empiezan a embalarse de nuevo las máquinas que regresan (o no) a los almacenes. En realidad el momento en sí es personal, cada uno lo vive de una forma diferente. Lo interesante del asunto es Torremolinos y el Expo Congreso y cómo se han convertido en el pistoletazo de salida que marca el inicio a la nueva temporada de la industria del ocio. Este miércoles 21 de septiembre nos encontraremos todos en el Palacio de Congresos con la misma ilusión del primer día de curso.
¡Que tengan todos un buena viaje!