«Esa es mi oferta: escuchar y regular para que todas las partes ganen y estén contentas»
Ya anunciamos en este medio la asistencia de Antonio Miguel Cervera, Director General de Patrimonio y nuevo responsable de Juego en la Junta de Andalucía. Después de las fotos, conversaciones, presentaciones y demás actos, pudimos conversar con él unos minutos, durante la sobremesa.
Empezamos con el ya clásico “cuéntenos cómo ha llegado a ser el máximo responsable autonómico en materia del juego” y nos contesta con una relajación que agradecemos: «Me he dedicado toda la vida a la gestión pública. Casi siempre en relación a la gestión sanitaria. Ahora estoy en la dirección general de Patrimonio; es interesantísimo. Luego, inesperadamente, con el último Decreto de estructura de la Junta, asignan el sector del juego a la dirección general que yo detento en este momento. Para mí es algo desconocido. Llevo nombrado tres meses, pero de manera efectiva sólo he ejercido un mes. Y me ha sorprendido muy agradablemente, por cierto». En la ficha sobre Antonio que puede consultarse en la web de la Junta de Andalucía afirma que es licenciado en Derecho, así como que ha realizado varios másteres; a nosotros no nos lo cuenta. Infiero, pues, que se trata de un hombre formado pero que prima, ante todo, la experiencia, y la utiliza como carta de presentación.
Por otro lado, aunque no esté transcrito, durante la conversación utiliza en al menos cuatro ocasiones la expresión «desde mi punto de vista», algo propio de una persona negociadora, que tiene opinión, pero está dispuesta a escuchar y buscar el consenso. Lo confirmamos cuando nos comenta: «El juego está muy regulado. Un sector de estás características, una vez legalizado, hay que regularlo y dejar que la gente desempeñe su labor. El juego tiene una hiper regulación que tendríamos, por lo menos, que revisar. Esa es mi oferta: escuchar y regular para que todas las partes ganen y estén contentas». Las intenciones, al igual que las impresiones, son excelentes.
Hablamos sobre su historia personal, y resulta ser igual de transparente: «Yo soy de Granada. Me fui a finales del 89. Llevo 25 años fuera, pero los “granaínos”, porque yo digo “granaíno”, nunca olvidamos nuestra tierra. Concretamente nací en Montefrío; es un lugar que hay que visitar. Yo vuelvo casi todos los años, por lo menos para las fiestas de agosto». Actualmente casado con una cordobesa, tiene cuatro hijos: «Dos más dos, como digo yo. Dos mayores y dos pequeños». Se define como un hombre «vitalista» que intenta exprimir al máximo la vida. Fiel reflejo de ello son sus eclécticos gustos musicales: «Mi hijo mayor, hace ya muchos años, tenía un grupo de música; tocaban trash metal, y a mí me gustaba, yo los escuchaba. Pero el otro día, yendo para Granada, fui escuchando todo el camino La Traviata. Es que me gusta de todo». Seguidor del Real Madrid y del Granada en cuestiones futbolísticas, representa el sentimiento más extendido entre la afición granadina. Y nada que objetar por parte del que suscribe.
Nos despedimos. Esperamos, sinceramente, que se cumplan todas y cada una de las impresiones con las que nos levantamos de la mesa, y tenemos la certeza de que el tiempo que viene será apasionante. Incierto, pero apasionante. Además, ya casi ha terminado la jornada, y el cansancio va haciendo mella, sonreír se convierte casi en un deporte. Pese a todo, hay unas cuantas personas aguardando para hablar con Antonio Miguel.
