Muchos conocemos -o creemos conocer- dónde y cuándo se originó la palabra estraperlo. Pero pocos son conscientes -ahí ya no me meto- del verdadero peso histórico de aquel escándalo de corrupción que golpeó a Alejandro Lerroux, presidente del Gobierno republicano del momento. Así que vamos a repasar un poco de historia de nuestro país, y a situar uno de los acontecimientos que muchos historiadores señala como el principio del fin de la Segunda República Española. Y sí, vamos hablar de juego.
La Segunda República Española fue un proceso histórico extremadamente complejo. Formalmente, se proclamó el 14 de abril de 1931, tras unas elecciones celebradas el día 12 del mismo mes, en las que los partidos republicanos obtuvieron la mayoría de votos en las capitales de provincias. Se consideró que ése, y sólo ése, era el verdadero voto libre, pues en las zonas rurales seguía existiendo el famoso sistema caciquil. Ya de por sí, el nuevo régimen democrático nacía con unas bases quizás demasiado frágiles, sobre todo para la época. Debemos tener presente que Mussolini en Italia gobernaba desde hacía diez años (1921), y Hitler en Alemania alcanzaría el poder en 1932.
Tradicionalmente el período republicano se estudia dividido (lo que nos gusta a los historiadores compartimentar el tiempo en fases, como los videojuegos) en tres subperíodos: El bieno reformador, el bieno radical-cedista y el Frente Popular. Esta terminología ha ido mutando a lo largo de los años, advierto. Es posible que el bienio el radical-cedista lo conozcan por bienio negro. Bien, esto se debe a que ahora la historia se considera debe ser aséptica, y no predisponer al lector. El problema es que eso la hace mucho más aburrida, y probablemente ese sea el origen del éxito de muchos títulos que están apareciendo ahora y que son de todo menos asépticos. Se detectan fácilmente, porque cuando los lees te vas indignando de forma progresiva y no sabes bien por qué y contra qué. Ya saben de quiénes hablo.
Durante ese bienio radical-cedista, conservador, negro o cómo ustedes prefieran llamarlo gobernaron en coalición los partidos situados a la derecha en el espectro parlamentario, en concreto entre noviembre de 1933 y febrero de 1936. Alejandro Lerroux presidió el Gobierno hasta finales de 1935. Y hubo de abandonar el cargo por el escándalo del estraperlo.
Pero ¿qué es con exactitud el estraperlo? Veamos. En 1934, unos empresarios holandeses, de apellido Strauss, Perle y Lowann (el primero y la tercera eran marido y mujer, por cierto) introdujeron en España un juego de azar, una especie de ruleta mecánica. De la combinación de sus apellidos surge el nombre de la máquina: STRAuss, PERle y LOwann. Empero, las leyes españolas prohibían expresamente ese tipo de juegos, por eso recurrieron al soborno. Trataron de comprar la mayor parte del Gobierno mediante dinero en efectivo y artículos de oro. El gasto en sobornos de Strauss se calcula en medio millón de pesetas. Mucho para la época, cierto, pero no lo suficiente: sólo pudieron instalar dos máquinas en toda España, en los casinos de San Sebastián y Formentor. Está documentado que el juego, además, estaba trucado, pero eso ya es irrelevante. La cuestión es que Strauss, el estafador, se sintió estafado y entregó a Niceto Alcalá Zamora, Presidente del República y por ende, Jefe de Estado, un completo dossier donde probaba los sobornos y exigía una compensación por haberle permitido instalar tan sólo dos máquinas que, encima, fueron retiradas con celeridad. Vamos, como el reciente tema del fracking, para entendernos.
Lerroux abandonó la labores de presidente de Gobierno – la comisión de investigación lo encontró culpable-, aunque no dejó la vida política. Eso le vino con el escándalo del expediente Tayá, pero esa sí que es otra historia.
La palabra estraperlo tuvo un sentido peyorativo desde entonces, aunque cobró un nuevo significado cuando empezó a utilizarse para referir el comercio de productos racionados por el Estado, ya con Franco en el poder y después de una guerra civil. ¿Por qué los historiadores sitúan en el escándalo del estraperlo el punto de inflexión del régimen republicano? Porque implicó la caída de la coalición radical-cedista y la convocatoria de unas nuevas elecciones, comicios en los que venció el Frente Popular de izquierdas, y contra el que se levantó parte del Ejército desencadenando la Guerra Civil Española (1936-1939).
No sé si he sido aséptico siguiendo las más recientes corrientes historiográficas; sólo espero que haya servido para que conozcan -los que no lo hacían ya- un poco más de nuestro pasado y, sobre todo, saquen sus propias conclusiones.
