El pasado 3 de diciembre GiGames presentó en Málaga el fruto de su colaboración con Bell-Fruit Company, la máquina Marmita de Oro.
El evento se celebró en el restaurante Pórtico de Velázquez, antiguo emplazamiento del bingo Puerta Blanca -al final todo queda en familia-, y estuvo rodeado de la formalidad que se merecía una de las dos únicas presentaciones que se realizaron en nuestro país.
Formalidad que, sin llegar a solemnidad, contrasta con las distendidas presentaciones a las que hemos asistido con anterioridad; sin embargo, con sólo dos exposiciones en todo el país (la otra fue en Valencia), lo cierto es que la ocasión lo merecía. Comenzamos.
Durante la presentación de la máquina, posterior al cocktail, pero previa al almuerzo, Jaume Bisbal expuso las bondades de la Marmita de Oro. Intervinieron también Jordi Paradís, de GiGames, Enrique Rosas,de PlaySol, y John McLouglin, de Bell-Fruit, y asistieron, además de operadores, la presidenta de ANDESA Araceli García y personalidades destacadas de GiGames/Novomatic, como Bernhard Teuchmann o Francesc Poveda.
Casi la totalidad del discurso giró en torno al mueble Winner en el que está montado el juego, que garantiza juegos y actualizaciones de GiGames, Bell-Fruit y Novomatic, y los datos económicos de las pruebas que han realizado en Cataluña, que resultaron ser excelentes. Tras el almuerzo se sorteó una máquina entre todos los asistentes.
Y acabada la crónica, que también sabemos hacerlas -esto es como cuando dicen que Picasso no sabía dibujar-, vamos a la tarea. La pompa de este tipo de presentaciones puede parecer excesiva hasta que piensas una cosa: cuando el Real Madrid presentó a Cristiano Ronaldo el Ayuntamiento de Madrid cortó el tráfico de las avenidas cercanas al estadio Santiago Bernabéu. Y dudo, pero mucho, que Cristiano Ronaldo afecte el día día de más personas que una máquina recreativa. Jaque mate. Y esto es algo que no te planteas hasta que no asistes a un evento sectorial.
Este tipo de almuerzos son frecuentes en todos los sectores. Porque todos, en esencia, son iguales; pero cuando hablamos del azar, la gente, la de la opinión pública, piensa que la comida -excelente, por cierto- se organiza para que un grupo de empresarios ser reúna para hablar de fútbol y/o monterías. Pero no, son trabajadores que van a hacer negocios, a compartir problemas, a charlar del día a día en sus empresas. Me llamó la atención cuando Jaume Bisbal explicó las opciones de financiación de la máquina y comprendí muchas cosas en ese momento. Ahora me pregunto qué pasaría si a los empresarios de la hostelería les regularan hasta la forma de los grifos de cerveza.
