«La evolución de las máquinas ha sido brutal»
Francisco José Durán Pino es de esos hombres que han trabajado algunos años (quizá muchos) en un sector y tras jubilarse sigue yendo a los eventos sectoriales para ver a los amigos. Si le invitan, por algo será, digo yo.
La historia de cómo llegó al sector es, cuanto menos, curiosa: «Yo empecé trabajando como gerente de clínicas privadas; un señor que tenía negocios en el juego invirtió en una clínica privada, pero la clínica no marchaba bien. Entonces este señor contactó conmigo a través de un amigo. Me di cuenta de que aquello no iba a funcionar, así que le aconsejé vender. De hecho, se la vendí yo. Él, para devolverme el favor que le hice, compró un hotel con la intención de convertirla en una residencia de ancianos, y así lo hicimos. Pero dos meses antes de abrir recibió una oferta por el doble de lo que le había costado el hotel. Le aconsejé que vendiera porque iba a sacar un buen beneficio. Él vendió, pero me dijo que ya no me iba a buscar nada más, que me iba a ir a trabajar con él directamente en su empresa de ventas y explotación de máquinas. Tuve que empezar desde cero, porque no tenía ni idea de máquinas. El caso es que tuve suerte, porque salió por aquel entonces una máquina que se vendía sola y yo tenía el puesto de jefe de ventas. Me hice conocido en toda España por la cantidad de máquinas que vendí. Me empezaron a llegar ofertas de trabajo, entre ellas una de un amigo del empresario, que fue la que más me interesó. Y con él me quedé hasta la jubilación». Las vueltas que da la vida. Pero, al igual que en el póquer, el azar no lo es todo. Durán Pino tiene que valer para los negocios sí o sí, concluimos.
El tema es que desde 1997 ó 1998, y hasta 2015, Francisco José está vinculado al sector del juego. Cree que «la evolución de las máquinas ha sido brutal, pero pasa igual en otros sectores. Internet, por ejemplo, ha sido una revolución». Es verdad que todos -ya nos metemos nosotros también- estamos orgullosos de la capacidad de esta industria en adoptar las nuevas tecnologías, pero bien es cierto que no se trata de un fenómeno exclusivo del azar.
Pero, además de su vida laboral, Francisco José Duran Pino fue el alcalde de su pueblo, Casabermeja (Málaga), entre 1987 y 1995. Existe la simpática creencia de que en Casabermeja se entierra de pie a los fallecidos, y sobre eso le preguntamos: «[Risas] No, no, en mi pueblo se entierra como en todos los sitios; lo que pasa es que las lápidas están dispuestas de una forma que si las ves de frente parece que el ataúd está en vertical, pero no es así [nos dibuja en una servilleta la forma de los enterramientos para que lo entendamos mejor]. Una vez estuve de viaje con mi mujer en Ámsterdam, y fuimos a visitar unas ciudades con un viaje organizado. Una de las guías dijo algo en inglés y entre medias entendí “Casabermeja, Málaga, España”. Se lo comenté a mi mujer y me dijo que era imposible, pero sí: cuando lo dijo en castellano dijo que en la ciudad donde estábamos había dos cementerios, uno protestante, y otro católico. Y que el católico se parecía mucho al de Casabermeja, con la diferencia de que en el español se entierra a los muertos de pie [risas]. Hasta Ámsterdam ha llegado el tema. El caso es que le expliqué a la guía que estaba equivocada, y me contestó que llevaba treinta años contando la misma historia. A mí me parece muy bien, como si quiere contarla treinta años más si con eso viene turismo al pueblo». Es una historia tan genial como surrealista. Por cierto que el Cementerio Municipal de San Sebastián, situado en Casabermeja (Málaga), está declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.
Afirma ser mucho más difícil llevar un pueblo que las ventas de una empresa: «Yo tenía mi trabajo, y al ayuntamiento le dedicaba los sábados y los lunes por la mañana. Pero el resto del tiempo, si sabían que estaba en casa, venían a pedirme lo que fuera a la hora que fuera. Es durísimo si lo haces desinteresadamente. Cuando tenía que ir a Sevilla por cuestiones de trabajo aprovechaba el viaje para resolver cosas en la Junta, así el ayuntamiento no tenía que hacerse cargo del desplazamiento». Igual que ahora, ¿no creen?
Hablamos de fútbol durante un rato, y se declara seguidor del Málaga aunque disfruta del juego del Barcelona. También le gusta el cine, pero en casa. Y «sobre todo películas de acción y de risa, que no me generen problemas, que de eso ya hay bastante en la vida real». Cierto es. Pero los ratos de charla como este que tenemos Francisco José Durán Pino hace que se te olviden, aunque sea sólo un rato.