La casa de apuestas Sportium organizó el pasado jueves, 27 de octubre, un evento para presentar la oferta de productos relacionados con las apuestas deportivas que pronto estarán disponibles en el mercado andaluz. El lugar elegido fue el estadio del Real Betis, el Benito Villamarín, en el corazón de Sevilla.
Además de las conferencias y las demostraciones propias de este tipo de acontecimientos, cabe destacar la presencia de la joya de la cantera bética, Dani Ceballos, quien se animó a comentar algunas anécdotas futbolísticas con el público una vez finalizado el acto. Sin embargo, quizás lo más sobresaliente fue el nutrido grupo de profesionales que acompañó a la representación de Cirsa y Sportium durante toda la jornada. Sin duda, se trata de una demostración tanto de la expectación que genera la futura reglamentación de las apuestas deportivas presenciales en nuestra comunidad, como de la necesidad que existe de que esta actividad se regule definitivamente en Andalucía. Sportium se une así a otras empresas que buscan posicionarse en un mercado futuro que muy pronto será presente.
Uno de los comentarios más recurrentes del día en las diferentes conversaciones espontáneas que se formaron fue el cambio de consideración que se prevé se producirá entre los más jóvenes sobre los salones de juego. Los empresarios y empresarias tienen ahora el reto de conseguir que una amplia tipología de clientes se sientan a gusto en sus locales; muchos ya han comenzado a remodelar los espacios estableciendo ambientes diferenciados con el objetivo de atraer diferentes tipos de público. Pero todos se mantienen ilusionados e interesados ante el nuevo mercado que se abre y que va a cambiar para siempre el panorama de la industria andaluza.
Sportium es una de las empresas líderes en el sector de las apuestas deportivas, no es ninguna novedad. Basta observar la concurrencia que hubo en el estadio del Betis aquel día. Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que este evento es uno de los grandes éxitos de la compañía en los últimos tiempos. No ya por la asistencia, o por el contenido de las presentaciones; el verdadero mérito reside en vestir el Benito Villamarín de rojo y blanco, algo que está al alcance de muy pocos. Muchas sonrisas se dibujaron en el rostro de los asistentes, burlonas y nerviosas a partes iguales. Algunos desfibriladores estaban preparados por si llegaba a sonar una canción de El Arrebato en el hilo musical. Y es que ver desde una grada rojiblanca las redes de las porterías tintadas con los colores del Betis desata pasiones de forma irremediable. Como las apuestas deportivas.
Nosotros, por nuestra parte, además de empaparnos con el ambiente y las reflexiones, aprovechamos para hablar con algunos de los asistentes. Las entrevistas se irán publicando, como siempre, en los futuros números de Andalucía y el Juego. Mientras tanto, disfruten con la galería de fotos que les ofrecemos.