«No puedo hablar mal de la competencia, de hecho nos hemos ido a cenar juntos. En este sector hay mucho compañerismo».
Hablar sobre las personas no siempre es fácil. Aunque siempre ofrecemos nuestra particular visión de las cosas, solemos omitir lo negativo o, si lo prefieren, destacamos lo positivo de todo, siempre. Eso, que es casi una filosofía de vida, es más sencillo de lo que parece. Lo complicado es reconocer cuando una persona te cae bien y luego escribir sobre ella porque siempre queda la sensación de no hacer justicia. Y ese es el caso de Beñardo Elorz.
Por regla general nosotros no hacemos preguntas cuando entrevistamos porque no tenemos la posibilidad de preparar las entrevistas con antelación -esa es la gracia de esto-. Cuando formulamos algún tipo cuestión es por satisfacer nuestra curiosidad, no por alargar la conversación de manera artificial. Con Beñardo esa máxima la cumplimos a rajatabla, y estuvimos hablando más de media hora de la forma más natural. Puede que por su edad, 32 años, o por su cargo, Director de Marketing de KIROL, es una persona con la resulta extremadamente fácil conversar. O también puede ser que le tengamos un cariño especial porque entró en contacto con el sector al par que nosotros y recordemos perfectamente cómo se nos presentó en la primera feria en la que coincidimos, hace ya casi tres años.
Natural de Hondarribia, empezó a trabajar muy joven: «Con 22 años, antes de terminar la carrera. He estado en varios sectores, en perfumería, en alimentación y luego en el juego. Y, sinceramente, espero jubilarme aquí. Al principio me costó aceptar, pero cuando ves que la empresa comparte los mismos valores que tú, que lo se busca es el apostador social, es todo más fácil. Nos gusta la gente que va a ver un partido con tres colegas, y apuestan las vueltas de las cervezas. Ese es el social player que buscamos». Nos cuenta entonces que el grupo KIROL tiene dos unidades de negocio, KIROLSOFT y KIROLBET: «Este año hemos venido como KIROLSOFT, que se encarga de que las máquinas funcionen, de que tengan contenido. KIROLBET es un cliente más de KIROLSOFT, como Juegging, por ejemplo. Es la marca de la casa que, además, nos sirve como banco de pruebas. Ahora ofrecemos un sistema multicanal muy interesante, donde puedes utilizar un mismo registro para operar online y en terminales físicos. Es la solución completa de la multicanalidad». Esa es, posiblemente, la única frase propia de un Director de Marketing. Beñardo nos explica punto por punto cómo funciona su software de la manera más clara posible, utilizando ejemplos, tal y «como a mí me gustaría que me lo explicasen». Y no se imaginan lo que lo agradecemos.
Beñardo Elorz nos comenta el extraordinario crecimiento que la empresa para la que trabaja ha experimentado en los dos últimos años: «En dos años hemos pasado de de ciento cuarenta empleados a doscientos setenta. Se están haciendo las cosas muy bien». Pero añade a continuación: «En realidad todos los operadores trabajan bien. No puedo hablar mal de la competencia, de hecho nos hemos ido a cenar juntos. En este sector hay mucho compañerismo. Llama la atención». Charlamos a continuación sobre las promociones que KIROL ofrece a sus clientes, todas relacionadas de una forma u otra con el deporte, y charlamos sobre la necesidad de promocionar y patrocinar eventos deportivos por parte de las empresas dedicadas a las apuestas.
Padre de una niña de un año, sigue viviendo en su Hondarribia natal. «Vivo a treinta metros de mi madre. Somos cuatro hermanos, y vivimos todos cerca. Hay mucho movimiento de tuppers vacíos en esa zona [risas]». Ahora dedica todo el tiempo que puede a estar con su hija. «Un día mi mujer le dijo a mi hija “Luna, has conseguido que el aita vuelva antes a casa”. Es duro escuchar eso, pero es que es así». Reflexionamos entonces durante un buen rato sobre la paternidad, el instinto y todas esas cosas que hacen que te des cuenta de que estás cambiando de ciclo vital. Pero a Beñardo le gusta «salir con la bici, estar con los amigos… Me gusta el surf, me gusta el norte y me gusta el jamón. He tenido la suerte de vivir diez años en Madrid, de viajar, y eso enriquece mucho. Lo que pasa es que ahora siempre que puedo estoy en casa».
Terminamos porque el tiempo en las ferias es oro, por muy familiar que sea el ambiente. No le escuchamos durante toda la conversación ni una sola mal palabra, ni un mal gesto. Es de ese tipo de personas a la que invitarías a una fiesta aunque no conociese a nadie porque sabes que se va a marchar con varios amigos nuevos. Como es el caso.