Fran García (Parte I)

 

Dicen que las empresas se parecen a sus dueños. Y, por lo general, esa afirmación es certera como pocas. Fran García no es la excepción, más bien al contrario; él y su empresa, Protecsur, son el paradigma. (Pulse aquí para leer el día que pasamos con ellos en Almería).

Fran García es de esas personas que no dejan indiferente a nadie. Con treinta y seis años, cuenta con diecisiete de experiencia en este sector. Sabe que tiene un buen bagaje y, a la vez, es consciente de su juventud. A eso le achaca su carácter rebelde, inconformista. Esto nos contesta cuando le preguntamos por la edad: «Nosotros bajamos la media de edad en las reuniones de las asociaciones [risas]. Muchos operadores son ya muy mayores y eso además beneficia a los grandes. Si es que es normal; en este negocio hubo una época en la que se ha ganado mucho dinero, y los operadores se preocuparon mucho por dar una calidad de vida a sus hijos. Ahora es complicado que quieran seguir con el ritmo de trabajo de esas empresas, y lo entiendo. Si te pegas cinco años estudiando una carrera, pues luego quieres trabajar de eso que es lo que realmente te gusta. También hay quien tiene a los hijos en el negocio, pero no les dejan crecer, evolucionar. Y eso también es un error». Y es que, Fran, al igual que Protecsur, tiene respuestas para todo. Son opiniones, claro, pero siempre las defiende con la vehemencia del que cree conocer la solución del problema.

Pongamos otro ejemplo. Existe cierto consenso al afirmar que la situación actual del sector es mejor que la de hace un año, al menos en Andalucía. Pero también es peor que la de hace diez. No existe una opinión unánime sobre cuál es el revulsivo -en efecto, de ser así se habría aplicado ya-. Sin embargo, Fran plantea sus propias medidas: «Habría que hacer máquinas que vendieran más ocio. La máquina light es una buena medida. Hay que hacer máquinas más entretenidas. Pero hace falta alguien con suficiente riñón que soporte ese gasto. Y no hay un recambio generacional tampoco en los grandes fabricantes, que se resiste al cambio. El tipo A no ha muerto, lo que pasa es que todo pasa por ofrecer lo que una persona no puede tener en casa. Claro, el coste de la máquina es mucho mayor, y más especializado. Y tiene mucha más faena que una B. En la ruleta el juego los haces tú. En las máquinas los rodillos no los controlas tú. Nuestra generación ha crecido jugando con videojuegos, y entiende el juego de otra manera, es otro punto de vista. Mientras, nosotros seguimos ofreciendo el mismo producto desde hace cincuenta años: tres rodillos moviéndose, que son siempre la base del juego». Es verdad, nos son medidas originales. Pero pocos se atreven a exponerlas y aún menos lo hacen con tal claridad. Juan García, el hermano de Fran, y a la sazón también propietario de Protecsur, interviene en ese momento: «Los grandes quieren monopolizar el mercado, no les interesa innovar, evolucionar». Lo que les decía.

Antes de hallar las soluciones es imprescindible identificar los problemas. Fran tampoco tiene inconveniente en hablar sobre lo que ha observado a lo largo de sus diecisiete años de experiencia profesional: «Los nuevos hosteleros buscan otro tipo de negocio. Los bares buenos de toda la vida son los que abren a las seis de la mañana y cierran a las cinco y treinta y cinco, y eso casi ya no existe. Las máquinas también sufren mucho con eso, porque en las horas que más rendimiento ofrecen las máquinas el bar está cerrado. Las máquinas de los bares cada vez irán a menos. Primero, por lo que comentaba por los horarios; y segundo, porque los mismos operadores tendemos cada vez más a concentrar las máquinas en centros de ocio. Quedarán, claro, pero pocas. La ventaja del salón es que los gestionas tú. Tú marcas los horarios, tú ofreces el servicio que quieres al cliente. Los impuestos además tiran mucho para atrás. La tasa es una losa que pesa mucho». En resumen, el futuro pasa por reinventarse. Fran y Juan identifican renovación con rebeldía y juventud. Es lógico, teniendo en cuenta que ellos apuestan por la investigación y el desarrollo. Y cuando han tratado de innovar, se han encontrado con la oposición de las grandes marcas que no quieren tocar demasiado un producto que es rentable. Son perspectivas opuestas, un choque de trenes previo al cambio que se prevé sufrirá el sector en los próximos años. Cuál será el cambio es la gran pregunta. En Protecsur lo tienen bastante claro. Con Fran y Juan García al mando es lo natural.

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