«Nunca me he planteado cambiar de sector. Estoy a gusto aquí, ¿para qué me lo voy a plantear? [risas]».
El personal administrativo es fundamental en todas las empresas, pero especialmente en las de este sector. Al margen de la contabilidad, el control administrativo de la actividad genera una enorme cantidad de documentación que se debe revisar, procesar y archivar de forma adecuada. Ése es el papel que juega Rocío Romero del Río en la malagueña PlaySol.
La forma de acceder a su actual puesto de trabajo es clásica: «Buscaban administrativos en PlaySol, hice la entrevista y empecé al lunes siguiente [sonríe]. De eso hace doce años. Yo trabajaba llevando la contabilidad de una bolera junto con un asesor fiscal y por ahí fui entrando en el tema del juego». El hecho de trabajar en una empresa dedicada al tipo A sirve para conocer una parte del sector, pero es una visión limitada. De hecho, ella misma nos cuenta: «Yo pensaba que había un solo modelo de máquinas y cuando entré aquí vi que era un mundo completamente diferente. Me gusta mucho este sector, estoy muy a gusto, y encima es que me gusta el papeleo [risas]. Ya sé que es raro, pero me gusta. Aquí no es sólo contabilidad, es llevar certificados, clientes, proveedores… No te estancas, es ameno». Ciertamente, la industria del ocio es cualquier cosa menos repetitiva, con independencia del puesto.
La preguntamos cómo es para una mujer trabajar en un sector donde los hombres son mayoría en 2020: «Al principio se sorprendían de que una mujer contestase el teléfono. No es que renegaran, pero no terminaban de fiarse de una mujer. Ahora no tiene nada que ver. Pero no sólo es este sector». Pero no, no cambiaría de industria, o eso interpretamos: «Nunca me he planteado cambiar de sector. Estoy a gusto aquí, ¿para qué me lo voy a plantear? [risas]».
Rocío Romero nos cuenta que, cuando sale de trabajar, le gusta ir al gimnasio: «Me gusta el deporte, concretamente el gimnasio, estar con la familia, con los amigos, pasear… Cosas muy normales [risas]. El gimnasio me viene súper bien, doy clases de funcional y me despeja mucho». Unos gustos muy normales, los de Rocío, sin grandes estridencias. Aunque el papeleo no siempre es del agrado de todos, eso es verdad.
