«Nos han tratado genial, estamos encantadas de trabajar aquí»
Una de las sensaciones del pasado Expo Congreso fue la visita de GiGa, la heroína protagonista de la máquina Atlántida, una de las últimas creaciones de GiGames. Es evidente quién organizó la visita, pero ¿quién estaba detrás del trabajo artístico? ¿Quién era realmente la modelo que dio vida al personaje? Descubrámoslo.
Lucía Chamorro, dueña de la empresa Animacionalia, es una experta del maquillaje. Con 32 años, lleva desde los 19 caracterizando a personas; al body painting se dedica desde hace tres: «Pinto todo lo que se puede pintar». Natural de Oviedo, vive en la Costa del Sol desde hace cinco años. Y afirma haber perdido ya el acento, lo que no es del todo cierto, pero lo dice con un orgullo que resulta hasta contagioso.
El proceso de caracterización dura alrededor de una hora. Junto a esta entrevista publicamos una galería de fotos donde podemos observar el desarrollo de la transformación. Pero no todo son imágenes en esta vida, así que le pedimos que nos cuente un poco cómo es eso de vestir un cuerpo desnudo con pintura: «Utilizo pintura hipoalergénica, no tiene ni gluten. Es la misma que se usa en los pintacaras de los niños. Se quita simplemente con agua». Preguntamos si para dedicarse a esto hay que saber pintar, porque ella evidentemente sí que sabe «Se supone que no, pero desde luego que ayuda, sobre todo para las profundidades y las sombras». Y para las proporciones, añado.
Resueltas las cuestiones técnicas, vamos a las humanas. Nos gustaría saber si trabaja siempre con la misma modelo: «Sí. Bueno, siempre que se ajuste a lo que pide el cliente. Y en este caso se ajusta bastante bien [Risas]. Piensa que estás pintando un cuerpo, tienes que tocar y pintar. Tener confianza facilita mucho las cosas». Y ya que sale el tema, hablamos con la modelo.
GiGa es en realidad Eliane Aguiar. Nacida en Brasil, lleva en España ocho años. Es maquilladora, como Lucía; de hecho, se conocieron mientras hacían un curso de maquillaje. Le preguntamos cuándo empezó a trabajar como modelo de body painting: «Pues desde que conozco a Lucía y me propuso trabajar con ella». No es una carrera dilatada, pues. Así que nos asalta la duda inevitable: cómo se siente cuando aparece ante el público: «No me siento desnuda en absoluto. A veces me doy cuenta de que no estoy vestida cuando me miro en el espejo, pero la sensación es la misma que la de estar vestida». Algo lógico, porque el efecto es el mismo que el de llevar ropa muy ceñida.
Y ahora viene lo bueno: hablamos sobre este tipo de publicidad. Nuestra opinión es ya conocida, no la hemos ocultado en ningún momento; pero es verdad que parte de un prejuicio. Y después de hablar con estas mujeres, debemos aclarar que hemos matizado muy mucho determinadas creencias. En primer lugar, ellas están encantadas con el trabajo porque, en definitiva, es eso, trabajo, y que nunca falte. Sobre todo en estos tiempos. En segundo, Lucía nos abre un poco los ojos sobre el tema: «En la máquina también sale un chico [Novoman, para los que han cometido el error de no leer el cómic], pero maquillar a dos personas cuesta el doble. Lógicamente, si los asistentes al evento son en un 80% hombres intentas afinar la publicidad al máximo. En este caso la mujer es el reclamo más lógico. Además, el body painting está de moda… gracias a Dios. La gente aquí nos ha tratado genial, con muchísimo respeto. Nos ha encantado la experiencia de trabajar en esta feria». Y cuánta razón tiene. Ya puestos, ¿por qué tiene que ser una pareja de sexo opuesto? Empiezas con las sensibilidades, y acabas maquillando al Orfeón Donostiarra al completo. No tiene sentido. El cambio llegará, porque lo hará, pero de forma natural. De vez en cuando viene bien un baño de realidad.
Y acabamos con cuestiones sobre su vida personal, como ya es costumbre en esta casa. Eliane prefiere la playa al campo, pese a haber nacido en la montaña (es del sur de Brasil), pero Lucía por su parte no lo termina de tener claro. Lo que sí que parece es que le tira más el sur de España, aunque sigue viajando a su Asturias natal para ver a la familia. Sigamos. Sobre cine y literatura, Lucía destaca una serie llamada Grimm, una suerte de adaptación de los cuentos de los hermanos Grimm a la actualidad. Lo que más le interesa es la caracterización, claro. Deformación profesional. Y el libro Drácula, de Bram Stoker. Eliane, sin embargo, se decanta por un autor literario, Paulo Coelho, y la comedia en el cine. Dicho sea de paso, descubrimos que pronunciamos mal el apellido: se dice “coello”. Por último indagamos sobre sus gustos musicales: Lucía escucha la música de Melendi o El Arrebato, mientras que Eliane prefiere la bossa nova o la samba, aunque se apresura a aclararnos que la samba no es sólo lo que se escucha en carnavales. Ella es más de Carlinhos Brown y Vinícius de Moraes.
Ya sabemos quiénes están detras de la GiGa que nos visitó en el 4 Expo Congreso y que tantas pasiones levantó. Seguiremos con nuestra noble empresa de poner cara a todos los que, de una forma u otra, nos acompañan año tras año en las grandes citas del mundo del azar.